Recientemente se realizó un estudio por la contraloría llamado: “Cálculo del tamaño de la corrupción y la inconducta funcional en el Perú”.  

Sabías que alrededor del 15% del presupuesto público ejecutado se pierde por la corrupción. O sea que, si la ejecución presupuestal real del 2019 fue de S/ 156 millones, más de S/23 mil millones se han ido en sobornos y sobrecostos de la corrupción. 

Cusco y La Libertad son los últimos de la lista, y pierden el 11% del presupuesto en corrupción, lo cual demuestra que es un tema generalizado en todo el país. 

Es un número tan grande que es como si todos los recursos que asignó el estado para salud y educación en el 2020 desaparecieran. 

 

El estado es un sistema, o sea un grupo de entidades articuladas en actividades para lograr ciertos objetivos.  Tal cual como una empresa es también un sistema y el cuerpo humano es también un sistema. 

Según el enfoque Lean, el objetivo principal en un sistema debería ser generar valor, o sea buscar cumplir tus objetivos de la mejor manera.   

El estado por ejemplo debería generar valor proveyendo a su entera población de educación de calidad, salud accesible y una economía que se desarrolle en una industria que vaya mejorando.   O sea, el estado genera valor cuando facilita y lidera a sus organizaciones a cumplir estos objetivos. 

Considero que la corrupción y la burocracia son los mayores problemas del sistema (El estado); la burocracia muchas veces es una herramienta de la corrupción.   

Soy testigo de la burocracia que se sufre en el estado, he visto los documentos que tienen que imprimir doctores y otros proveedores del estado para que se les pague cada mes; son fólderes de más de 50 hojas impresas cada mes que quieren cobrar su sueldo.  Las oficinas son cerros de fólderes rodeando a las personas, y si hubo un error en alguno de los muchos formatos que hay que firmar, sellar y foliar; tu pago se puede ver entrampado por unos meses más (Sí, ya esperaste 3 meses para que te paguen). 

Si se analiza todo el proceso con un enfoque en generar valor al sistema, todo el proceso no tiene sentido; es un control sobre otro, son retrabajos, sobrecostos y pérdida de tiempo para muchas personas.   Muchas personas realizando trabajos operativos cuando hay muchas cosas que podrían hacer si se enfocaran en el objetivo final, uno de ellos sería pagar a tiempo a los médicos, profesionales y empresas para que los anime en dar un buen servicio y por ende beneficiar a la población.   

Se gastan millones en tiempo de las personas y dinero para “cuadrar” y controlar que todos los números cuadren frente a fiscalización, mientras que en una sola factura chueca se llevan el doble.  (Ese dinero no pertenece a la corrupción, o sea es más dinero que se desperdicia en el estado). 

La transparencia, la simpleza en los procesos y en los números siempre son más productivos; pero en la burocracia, en el desorden, en la información en papeles y no en base de datos son escenarios perfectos para ocultar corrupción.  No digo que gestionar el estado o las organizaciones sea fácil y que no debería haber control; pero se nota que hay un problema y con burocracia no se solucionará. 

Otro ejemplo nefasto es el poco uso del presupuesto de los gobiernos regionales, ocultos en procesos administrativos cuando hay tantas ideas y proyectos que se podrían ejecutar.  No hay quien gestione estos proyectos se dice, cuando la verdad es que no les interesa en realidad.  Su enfoque en realidad está en su propia agenda (corrupción); además que el hecho de realizar proyectos para el estado viene seguido de una lista interminable de requisitos para poder realizar o culminar el proyecto (burocracia). 

La corrupción se observa en todas partes, está institucionalizado.  En el estado, en los organismos del estado, en los municipios y en las mismas áreas.   Lo más usual es que los líderes de estas instituciones tengan una agenda propia y no enfocada en generar valor; ya sea obtener reconocimiento para un fin posterior o directamente a llevarse una parte antes de que pierda su oportunidad. 

El egoísmo y la codicia son características generalizadas en estos puestos, solo esperemos que esas pocas personas o grupos que sí están enfocados en generar valor sigan en la lucha y no se dejen corromper. 

¿Por nuestra parte como empresarios o trabajadores, el primer paso es hacernos esta pregunta Estamos generando valor?  Si lo que estás haciendo está alineado a servir a nuestro cliente, a mejorar el proceso o función que realices, en mejorar la relación con tus colegas para alcanzar los objetivos; entonces estás generando valor.